DIONICIO MANTILLA LEÓN……………21 de enero del 2020

                 Nos encontramos a pocas horas de un acto electoral que reviste singular importancia: LAS ELECCIONES CONGRESALES COMPLEMENTARIAS a realizarse el día de mañana, destinadas a renovar el Congreso recientemente disuelto por el gobierno del Presidente Martín Vizcarra. Acto ciudadano que constituye todo un compromiso de honor para con la Patria, el cumplimiento de un deber para evitar que con triquiñuelas basadas en el excesivo número de votos blancos y viciados nuevamente se repita la nefasta aplastante mayoría parlamentaria que causara la pesadilla de 3 años que hemos tenido en el Congreso. Sólo con una mayoría plena de votos válidos y sólo escasos votos blancos y viciados se fortalecerá nuestra democracia.  

                 Para todos los ciudadanos el Congreso de la República es un ágora donde se analiza y orienta el futuro de la Patria, tanto por las atribuciones mismas que posee cuanto porque en él están los ciudadanos que representan al pueblo. Esta concepción lo convierte en el Primer Poder del Estado ya que de él salen tamizados los proyectos de obra necesarios para el desarrollo los que habrán de ser llevados a la práctica por otro Poder importante como es el Ejecutivo y cuando no se cumple a cabalidad lo dispuesto por la ley y se incurre en actos delictuosos estos serán  sancionados por el otro Poder del Estado: el Judicial.

                Son las 3 instancias estructurales donde el Estado peruano asienta su organización como tal. Instancias que se vinculan estrechamente de manera indisoluble pues no puede activar una sin la otra en un marco de equilibrio que le da solidez a nuestro país para un correcto desenvolvimiento hacia el logro del desarrollo y bienestar del pueblo.  

                A lo largo de la historia el Congreso de la República ha cumplido sus funciones con altos y bajos, pero siempre manteniendo la imagen y admiración lo que ha conllevado al respeto de la ciudadanía de tal suerte que los mejores ciudadanos siempre han anhelado constituirse en parlamentario. Muchos ejemplos de tribunos admirables han adornado las instalaciones de dicho recinto popular. Allí están, en primer lugar, el huamachuquino, Dr. José Faustino Sánchez Carrión, Toribio Rodríguez de Mendoza, Hipólito Unanue, José Joaquín Olmedo, José de Pedemonte, Francisco Javier de Luna Pizarro, Francisco Mariátegui, y otros más.

               Años después, destacarían otros como  Abelardo Gamarra, Irene Silva de Santolalla, Raúl Porras Barrenechea, Luis Alberto Sánchez, Armando Villanueva del Campo, Luis Bedoya Reyes, Manuel Ulloa, Genaro Ledesma Izquieta, Jorge del Prado, Henry Pease, Javier Valle Riestra, Felipe Osterling, Roberto Ramírez del Villar, Javier Diez Canseco y otros más.

             Un variado grupo de destacados parlamentarios de una y otra ideología política, profesionales probos, sin manchas judiciales, con una brillante hoja de vida y que dieron brillo a la majestad del Parlamento tanto por la calidad de su producción legislativa y fiscalizadora como por su personalidad y la conducta intachable que exhibieron convirtiéndose así en modelo de parlamentario digno de admirar, jamás protagonizando escándalos, pero si defendiendo lo que ellos consideraban justo y nunca protegiendo o blindando acciones de corruptela .

           Sin embargo, esto pertenece al pasado que se contradice con el presente cercano donde el Parlamento recientemente disuelto, con el beneplácito de la ciudadanía, se convirtió en modelo de lo que no debe ser un  Primer Poder del Estado. Con una mayoría aplastante de congresistas, producto de un error electoral en la cifra repartidora, liderada por Keiko Fujimori, perdedora de las últimas elecciones y hoy nuevamente con un pie en la cárcel investigada por lavado de activos.

          Un Parlamento, integrado  por un buen número de personajes impresentables, sin escolaridad, estafadores, ladrones, manchados por actos dolosos, con una nula producción legislativa, cuya única función era la defensa de sus lideres corruptos o presentar proyectos de ley lesivos al pueblo, pero, eso si, siempre quejándose del sueldo que reciben, y otros, exhibiendo un comportamiento grosero y de matonería convirtiéndolo en escenario vergonzoso de la peor cantina del país.

          Un Parlamento así destruido tuvo que tener el rechazo del pueblo urgiendo al Presidente de la República su disolución; empero, sin ningún atisbo de vergüenza algunos de ellos han osado postular nuevamente esperanzados de que el pueblo los va avalar con su voto algo que creemos no ocurrirá debiendo ser castigados con un rechazo rotundo, ex congresistas como el aprista, Mauricio Mulder, que viene anunciando ya sus negativas propuestas y, para colmo, quejándose del escaso sueldo que recibe anunciando, ¡ INCREIBLE ¡, que luchara, si sale elegido, por elevar el sueldo de los congresistas. ¡¡¡Qué tal raza!!!por no decir otra cosa.        

         Con este escenario a los peruanos sensatos nos cabe el imperioso compromiso de honor de elegir bien el día de mañana a nuestros representantes al Congreso, por quienes trabajen por la derogatoria de la inmunidad parlamentaria, por la revocatoria de los malos congresistas, que combatan frontalmente la corrupción, que den leyes en favor del desarrollo nacional y que fiscalicen honestamente a las instancias gubernativas. En suma, que trabajen de corazón por convertir al Perú en un país próspero, sin pobres, con justicia social y convertido en líder de la Patria Grande: Latino América,

       Para terminar el mensaje de hoy preguntamos a nuestros colegas profesores y padres de familia de Huamachuco. ¿Y cuándo daremos forma al nuevo Sánchez Carrión que la Patria entera está necesitando con urgencia?